
El jefe del Estado Mayor de Israel, el general Herzi Halevi, ha emitido un comunicado a sus tropas ordenándoles que se preparen para una posible invasión de Líbano. Halevi ha declarado que la oleada de bombardeos de Israel sobre Líbano, que han causado más de 600 muertos en las últimas 48 horas, según las autoridades de ese país, tienen como objetivo «preparar el terreno para vuestra posible entrada».
Según Halevi, los soldados del Ejército de Tierradeben prepararse para «entrar en territorio enemigo, entrar en aldeas que Hizbulá ha preparado para que sean grandes bases militares», y hacerlo «por la fuerza». El general, que es el primer judío ortodoxo en ejercer la máxima autoridad militar en Israel, explica a los soldados que deberán demostrar a Hizbulá «lo que significa enfrentarse a una fuerza profesional, altamente capaz y con experiencia en el campo de batalla. Sois mucho más fuertes y tenéis mucha más experiencia que ellos».
El mensaje del jefe del Estado Mayor de Israel llega justo cuando el Gobierno de Benjamin Netanyahu parece haber comenzado la movilización de soldados con vistas a una posible incursión en el sur de Líbano, desde donde la milicia chií proiraní Hizbulá lanza de manera habitual ataques con misiles y artillería sobre Israel. Hoy mismo, dentro de la creciente violencia a ambos lados de la frontera, Hizbulá lanzó, por primera vez, un misil contra la capital israelí, Tel Aviv, que fue derribado por el sistema antimisiles Iron Dome, financiado por Estados Unidos.
En el pasado, Israel ha mantenido en varias ocasiones zonas ocupadas en el sur de Líbano, en una serie de intentos de mantener a distancia primero a las fuerzas palestinas de la OLP y, a partir ende mediados de los ochenta, a Hizbulá. En 1978, Israel invadió Líbano y penetró hasta el río Litani, a unos 30 kilómetros de la frontera. Cuatro años más tarde llevó a cabo una guerra a gran escala en la que ocupó la capital, Beirut, obligó a la OLP a irse del país, y causó una derrota de proporciones épicas a las Fuerzas Armadas sirias que ocupaban el valle de la Bekaa, en el este del país. Desde entonces, Israel mantuvo una zona de seguridad en el sur de Líbano, con el apoyo de una milicia local, de la que fue expulsado por Hizbulá en 2000. En 2006, Israel volvió a invadir Líbano.
La posibilidad de que Tel Aviv invada Líbano ha desatado todas las alarmas en el mayor valedor de Israel, Estados Unidos. La diplomacia estadounidense lleva 11 meses -desde que Hamas lanzó una salvaje oleada de atentados en Israel en la que murieron 1.200 personas y otras 256 fueron hechas rehenes- tratando de evitar que el conflicto se extienda al norte. La iniciativa cuenta con el apoyo de la antigua potencia colonial de Líbano, Francia.

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