Mucho se ha dicho que la comparecencia en “comisiones” de algunos de los funcionarios del gobierno estatal era por “temor” o porque no tenían todos los datos actualizados para explicar en la tribuna del Congreso del Estado el momento que viven administrativamente sus dependencia o las obras que están en ejecución bajo su mando.
Sin embargo, queda muy claro, que al menos en el caso de la Secretaría de la Función Pública, el “temor” no es de la bancada de Morena o del Gobierno, sino particularmente de la bancada de oposición, porque intentan a como dé lugar, evitar que Ernesto González Romo revele datos de la corrupción de los dos anteriores gobiernos priistas.

La decisión de llevar al secretario de la Función Pública a la Comisión del Sistema Estatal Anticorrupción, que encabeza la panista María Teresa López García, fue de las bancadas de oposición, particularmente del PRI y el PAN, ya que intentan boicotear la presencia del “zar anticorrupción”, porque no tiene empacho en denunciar todos los actos de corrupción que se hicieron los gobiernos priistas del 2010 al 2012, y lo que pudo afectar a los recursos del gobierno estatal.
Si el Secretario de la Función Pública realmente quiere hacer justicia de manera justa y expedita, debería de agarra parejo y ajusticiar a rojos, Verdes y morados por igual, para empezar estaría bueno que sacara el expediente de la presa de «Milpillas», y comenzar a levanta denuncias penales en todos los casos que así lo ameriten. Así sea.