NORMA PIÑA LANZA SU CRÍTICA MÁS DURA A LOS GOBIERNOS DE MORENA: “SE NOS LLAMÓ TRAIDORES POR NO SER PARTE DEL PROYECTO POLÍTICO DOMINANTE”
La cabeza del Supremo aprovecha su último informe de labores para describir el ambiente de hostilidad creado por el oficialismo como caldo de cultivo para sacar adelante la reforma judicial
La ministra Norma Piña, presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), ha hecho por primera vez un duro y abierto posicionamiento contra la reforma judicial, instaurada en México por Morena y con la que la elección de todos los jueces será sometida al voto popular a partir de 2025. Piña, que como cabeza del Poder Judicial había mantenido un perfil moderado, ha descrito en su informe de labores anual cómo se comenzó a gestar un ambiente de ataque y persecución a los jueces desde que Morena llegó a la presidencia de México, en 2018, con el objeto de socavar la independencia del Poder Judicial. Ha señalado que los ministros del Supremo han sido tachados de “traidores del pueblo” y corruptos por anular leyes y reformas que no fueron tramitadas debidamente en el Congreso. Ha afirmado que la enmienda judicial se ha implementado sin un diagnóstico previo y que su implementación coloca a México frente a un escenario desconocido a nivel mundial. Aunque no queda mucho por hacer, dado que la reforma ya está en la Constitución, Piña ha utilizado la que quizá sea su última oportunidad para alzar la voz.
“La campaña para la anulación de la autonomía del Poder Judicial Federal para sujetarlo a lógicas electorales y partidistas se intensificó —inclusive de manera violenta— cuando la Suprema Corte de Justicia y sus integrantes actuamos, como nos corresponde, como un tribunal constitucional, pero lo cierto es que la campaña de deslegitimación de los juzgadores federales comenzó hace más de seis años. No debemos olvidar los ataques a jueces y magistrados que desde entonces ya eran constantes”, ha señalado Piña, en referencia —aunque sin mencionarlo explícitamente— al Gobierno de Andrés Manuel López Obrador. El expresidente solía utilizar su popular Mañanera para exhibir a los jueces que lo mismo ordenaban la suspensión de uno de sus megaproyectos de infraestructura o la liberación de un presunto delincuente por deficiencias en su captura.
Piña, que ha dado su discurso frente a algunos ministros del Alto Tribunal y representantes del Gobierno de Claudia Sheinbaum, ha afirmado que el proyecto de la reforma judicial nació cuando la Suprema Corte falló contra casos considerados por el oficialismo como de interés nacional y necesarios para la transformación de la vida pública, uno de los leitmotivs de Morena. “Las coincidencias entre ataques y amenazas a la judicatura federal y a sus integrantes, y al legítimo ejercicio de nuestra función jurisdiccional, se hicieron patentes cuando, frente a decisiones contrarias a los intereses del Gobierno, se nos llamó ‘traidores al pueblo’, y abiertamente se nos acusó de no ser parte —como además no debía ser, por no corresponder a cada juzgador— de un proyecto político dominante”, ha referido Piña.
Piña ha referido que desde que se presentó la reforma judicial se volvió una práctica generalizada de las autoridades “violar abiertamente las suspensiones dictadas por los jueces federales, en contravención directa de la Constitución; desestimar la autoridad del Poder Judicial Federal y de los jueces y magistrados en particular; y amenazar a jueces, magistrados y ministros con persecuciones penales y juicios políticos”. La ministra ha sostenido que esos ataques contra la independencia judicial constituyen “una muy peligrosa práctica antidemocrática” que incluso ha sido señalada por la Relatora de la ONU para la Independencia Judicial, Margaret Satterthwaite.

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