CONTRACORRIENTE

Por Cuauhtémoc Calderón
En Zacatecas, la política económica se ha convertido en una puesta en escena. Reuniones, consejos, mesas técnicas y planes que se anuncian con entusiasmo en redes sociales, pero que no dejan una sola evidencia tangible en la vida económica del estado. Esta semana se celebró la Junta de Gobierno del CEDEZ —el Consejo Estatal de Desarrollo Económico— donde, según se informó, se aprobó el “Plan 2025”.
El problema no es que se reúnan. El problema es que desde su creación, el CEDEZ no ha producido un solo resultado medible. Ninguna mejora real en los indicadores de inversión, empleo o competitividad. Ninguna estrategia de impacto para los comerciantes, emprendedores o industriales. Ninguna transformación estructural para un estado que necesita más que promesas.
Mientras tanto, el diagnóstico económico es claro y grave. En el cuarto trimestre de 2024, Zacatecas fue la sexta entidad con mayor caída económica del país, con un retroceso del -2.1% respecto al trimestre anterior, según el INEGI. Y aunque hubo un repunte anual, la caída reciente confirma lo que cualquier empresario local podría decir sin necesidad de estadísticas: no hay rumbo, ni estrategia, ni resultados.
Lo más preocupante es que, lejos de corregir el modelo, el gobierno sigue apostando por la simulación. Las decisiones económicas se toman a puerta cerrada, sin incluir a los sectores productivos más dinámicos ni a las cámaras empresariales que realmente conocen el terreno. Aquí no se construye política pública: se administran beneficios.
En otros estados, los consejos de desarrollo económico generan proyectos, atraen inversiones, trazan metas. En Zacatecas, el CEDEZ sirve para tomarse la foto, repartir hojas y simular que el gobierno “escucha” a los empresarios. No hay transparencia, no hay evaluación, no hay seguimiento.
¿Qué sentido tiene repetir estos rituales institucionales si la economía sigue en picada? ¿Para quién son los planes si no llegan a las regiones, ni al comercio, ni a las pymes? ¿Qué han hecho realmente por Zacatecas más allá del discurso?
La política económica no se mide por lo que se dice, sino por los resultados. Y en Zacatecas, hoy lo único que ha cambiado es el tono del discurso, no la realidad del bolsillo. Mientras no se corrija eso, los planes serán papel, las juntas serán teatro y la economía seguirá cayendo, aunque nadie lo quiera publicar en el boletín oficial.