La relación México EU es cada vez más tensa. Es falso que la presidenta Sheinbaum llamara a manifestaciones violentas en Los Ángeles, como lo afirma Kristi Noem. Pero Trump está empeñado en una escalada para justificar el trato inhumano y violatorio de derechos hacia los migrantes. Las manifestaciones fueron pacíficas y la policía vigiló su desarrollo, pero se unieron conglomerados con otras causas, que agredieron policías y quemaron patrullas, lo que provocó enfrentamientos.

Para atacar al gobernador de California, Gavin Newsom, Trump sacó de proporción lo ocurrido y aseguró que la ciudad podía ser arrasada, por lo cual, en forma ilegal, envío a la Guardia Nacional y al Ejército, pese a la negativa del Estado y el Condado. Trump busca doblegar a una sociedad pluriétnica, multicultural, liberal que ha luchado por derechos civiles y libertades. California se ha formado con inmigrantes y es a nivel mundial la quinta economía, lo que Trump no supera. Quiere imponer un pensamiento único y ataca a las universidades violentando libertades y oportunidades. No cuenta ya con mayoría en la opinión pública y estas justificaciones le permiten mantener sus propuestas xenofóbicas como algo bueno para EU, que se formó de inmigrantes. Su estrategia incendiaria, como la calificó Warren, no apuesta a soluciones, busca radicalismos. No debemos caer en esas trampas.

Por lo pronto es buena decisión de Claudia Sheinbaum acudir a la reunión del G7, donde independientemente de la actitud de Trump, podrá establecer lazos más estrechos con otras naciones de fuertes economías.

En México se han cometido errores. Es cierto que la presidenta llamó a movilizaciones contra el gravamen de las remesas, tanto en San Luis Potosí, como en su mañanera. Eso cayó como una gran oportunidad a Trump, que la está aprovechando. Luego, “Changoleón”, de nuevo como fajador de barrio, sin argumentos, ataca a los legisladores americanos y como resultado le responden que subirán la tasa de gravamen a las remesas ¡Qué gran defensa de nuestros compatriotas! Se requiere de una política exterior más efectiva. Que busque soluciones en un momento de gran fragilidad.Están sobre la mesa: aranceles injustos que destruyen cadenas productivas; política antiinmigrante que demoniza a los mexicanos como criminales; gravámenes a las remesas; seguridad fronteriza, tráfico de fentanilo y otras drogas; entrega de narcopolíticos; aduanas, puertos y aeropuertos; certidumbre jurídica; combate al narcotráfico con apoyo de tropas estadounidenses; revisión del TMEC y sus violaciones con desaparición de órganos autónomos; y lo que se acumule. Todos afectan a nuestro país y su economía. Pero a Trump le interesa convertir a México en una colonia, con el pretexto de que un narcogobierno predominante en México amenaza su propia seguridad interna, Trump ya no cuenta con la misma popularidad, pero sí con el poder de usar a las fuerzas armadas. El camino está preparado con la clasificación de los cárteles como amenaza terrorista. Y mientras tanto, Claudia culpa a la oposición de promover lo dicho por Kristi Noem. No llama a la unidad nacional, no tiende puentes, se aísla y se victimiza con una estrategia que no le ayuda a ella, ni al país.

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