Al filo de las 6:20 horas del martes 24 de agosto, trabajadores de la planta cervecera de Calera, se percataron de un fuerte aroma que desprendía un bulto cubierto por una gruesa cobija, por lo que decidieron hacer el reporte al número de emergencia 911; al arribar las autoridades policíacas dieron parte del hallazgo de un hombre sin vida, con signos de tortura severa y un mensaje relativo a un grupo delincuencial.
La zona fue acordonada por la Policía Estatal Preventiva (PEP), con el objetivo de que los peritos pudieran recabar indicios que pudieran esclarecer el homicidio. Se obtuvo de los reportes oficiales que el occiso no pudo ser identificado de momento y que se espera en las próximas horas alguien reclame el cadáver, mismo que fue trasladado a la morgue, no sin antes practicarle la necropsia de ley.
En bitácoras policiales también se asentó que había llantadas de camioneta, probablemente pick-up, de quienes pudieron dejar ahí al interfecto y posteriormente darse a la huida.
El sitio fue liberado horas después, así como la cartulina con la leyenda correspondiente a actividades ilícitas para ser analizada y anexada a las investigaciones con el fin de hacer una investigación a fondo.
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