LAS GEMELAS LÍA Y MÍA CUEVA: LAS NUEVAS FIGURAS DEL OLIMPISMO MEXICANO

LAS GEMELAS LÍA Y MÍA CUEVA: LAS NUEVAS FIGURAS DEL OLIMPISMO MEXICANO

Al no tener con quien dejarlas, la madre de Lía Yatzil Cueva Lobato y Mía Zazil Cueva Lobato, se llevaba a las pequeñas hasta las instalaciones del Consejo Estatal para el Fomento Deportivo (CODE) de Guadalajara mientras duraba el entrenamiento de Suri, la hermana mayor de las gemelas y también clavadista. 

Casi sin pensarlo y sin proponérselo, las pequeñas fueron absorbiendo el aire estricto y disciplinario del lugar, agarrándole gusto a todos los deportes que se practicaban con miras al alto rendimiento. Poco a poco, como marca la idiosincrasia mexicana, continuaron con el camino familiar y se decantarían por los clavados. 

Fue en el trampolín de 3 metros donde las niñas encontrarían un mundo lleno de retos y diversión que fueron sustituyendo todos los pormenores habituales de la infancia. En plena pandemia del COVID-19, mientras el mundo se preguntaba si todo iba a volver a la normalidad, las dos hermanas de 11 años ya se enfilaban para asaltar el escenario del deporte mexicano, en una categoría que ha dado alegrías históricas. 
El talento de Lía y Mía no pasó desapercibido para nadie, ni siquiera para viejas glorias mexicanas de la disciplina como Alejandra Orozco, medallista olímpica, quien ha estado cerca de las pequeñas para aconsejarlas de manera profesional y personal. “Me dijo que no me desespere si no me sale bien, que tengo que esperarme poquito y pensar en positivo para hacerlo mejor”, aseveró Lía sobre una conversación con Orozco. 
Con años de practicar gimnasia como base formativa en lo físico y en lo mental, las gemelas Cueva Lobato se unen a Isaac del Toro, como los baluartes deportivos del año que el grueso de la población no tenían en la mira y que demuestran que, a pesar de no tener el foco mediático merecido ni los recursos necesarios, existen atletas capaces de emocionar a todo un país. 

Tal como lo hicieron hace un par días Mía y Lía en una competencia férrea en el Mundial de Singapur en la que lograron colocarse en el podio, solo por detrás la pareja china y la británica, con un porcentaje de 294.36 puntos en la ronda final por las medallas. Un logro monumental para su corta edad que las eleva a un estatus previo a la idolatría nacional. 
La aparición rutilante de las adolescentes inaugura también un fervor por lo que será un nuevo ciclo olímpico rumbo a los Juegos de Los Ángeles en 2028, donde se espera, desde ya que Lía y Mía encabecen el legado triunfante del equipo de clavados sincronizados desde el trampolín de tres metros; sitio desde donde se han escrito varias de las mejores historias deportivas en la historia del país. 

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