NETANYAHU DESCABEZA A LA CÚPULA MILITAR DE IRÁN: QUIÉN OSTENTA EL PODER Y A QUIÉN HA MATADO YA EL EJÉRCITO ISRAELÍ
Israel sigue descabezando a la cúpula militar de Irán. Su Ejército asegura haber matado a Ali Shadmani, a quien había identificado como el comandante militar de mayor rango del régimen iraní y «el hombre más cercano al líder iraní Ali Jamenei». La ofensiva israelí contra su histórico enemigo ha causado hasta el momento la muerte de varios altos cargos militares del régimen de los ayatolás.
Israel inició el pasado viernes una oleada de ataques contra instalaciones nucleares iraníes y zonas residenciales de la capital, Teherán. Las autoridades del país centroasiático han elevado el balance de víctimas desde entonces en más de 224 fallecidos y miles de heridos. Mientras, en Israel han muerto al menos 24 personas en ataques iraníes en represalia.
Los primeros ataques, lanzados por sorpresa por el Ejército de Israel en medio de las conversaciones entre Irán y Estados Unidos para un nuevo acuerdo nuclear, se saldaron con la muerte de importantes dirigentes del Ejército y la Guardia Revolucionaria, incluidos sus líderes. La lista de bajas en la cúpula del poder iraní empieza a ser amplia.
El ayatolá Alí Jamenei ocupa el vértice de la pirámide de poder. Es el líder supremo, puesto que ostenta desde 1989 tras reemplazar al fundador de la República Islámica de 1979, el ayatolá Jomeini. El ayatolá es el jefe del Estado y comandante en jefe de las Fuerzas Armadas.Tiene autoridad sobre la Policía Nacional y la Policía de la Moral. También controla el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (CGRI), encargado de la seguridad interna del país, y de su ala de voluntarios, la Fuerza de Resistencia Basij.
Aunque Jamenei cumplió 86 años en abril, sigue siendo cabeza de la clase dirigente clerical islámica de su país. Fue presidente de Irán entre 1981 y 1989. Se le reconoce como una de las tres figuras que más han marcado la trayectoria de la República Islámica de Irán, junto al propio Jomeini y al ayatolá Akbar Hashemí Rafsanyaní.
De su mano se mantiene en el gobierno de Irán la línea más conservadora, tanto en las ramas del poder electas como en las no electas. Durante los últimos años, ha mantenido una línea dura en asuntos internacionales, especialmente en torno a la proyección de Teherán en la región. También ha seguido esa línea dura a la hora de imponer al país políticas conservadoras, lo que ha implicado la obligatoriedad del velo y la represión de la disidencia.

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