SHEINBAUM PONE FRENO A TRUDEAU: “A MÉXICO SE LE RESPETA”
“A México se le respeta”. Así respondió la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, a los comentarios del Gobierno de Justin Trudeau y el rechazo de varios políticos canadienses a que Donald Trump compare a su país con México. Las declaraciones de la mandataria llegaron apenas unos días después de que el primer ministro de Canadá y el próximo presidente de Estados Unidos se reunieran el pasado viernes en Mar-a-Lago, la residencia del magnate republicano, en plenas tensiones por la renegociación del tratado de libre comercio entre los tres socios norteamericanos (TMEC). “No vamos a caer en una provocación de qué país es mejor”, afirmó este lunes, en un nuevo choque con el Ejecutivo canadiense.
En la misma conferencia de prensa, Sheinbaum también cerró la puerta a la propuesta de Trump de designar a los carteles de la droga como grupos terroristas para justificar una intervención militar de Washington en territorio mexicano. “No estamos de acuerdo con una invasión”, zanjó.
Trump amagó con castigar a México y Canadá con aranceles del 25% apenas tome posesión en la Casa Blanca, si sus socios no toman acciones contundentes frente a la crisis migratoria y el tráfico de fentanilo, la droga que está en el centro de la última cruzada de Estados Unidos contra el narcotráfico. Las amenazas desbordaron el nerviosismo entre los políticos canadienses, que exigen al presidente electo que no meta a su país en la misma bolsa que a sus socios mexicanos en la renegociación del TMEC.
Los roces diplomáticos aumentaron después de que la embajadora canadiense en Washington, Kirsten Hillman, declarara que Trudeau había dedicado buena parte del encuentro en Mar-a-Lago a convencer al magnate de que la comparación era injusta. “El mensaje de que nuestra frontera es bastante diferente a la frontera mexicana fue realmente comprendido”, señaló. El conservador Doug Ford, gobernante de Ontario, la provincia más industrializada del país norteamericano, aseguró antes que la comparación con México era “insultante”, lo que atizó aún más las tensiones.
“México es un gran país”, afirmó Sheinbaum. La estrategia de las autoridades mexicanas frente a Trump ha pasado de la mera contención a tratar de establecer límites y mostrarse como un socio necesario, pero firme ante las amenazas y la retórica antimexicana. En esa línea ha sido también la reacción tras las declaraciones del Gobierno canadiense. La presidenta devolvió el golpe y subrayó que México está dispuesto a mantener la cooperación, a pesar de que no tiene una crisis de drogas como las de sus socios. “Las problemáticas son distintas, Canadá también tiene un problema muy grave de consumo de fentanilo”, aseguró.

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