EL SOCIALISMO DE CHAMPAÑA
Según palabras de AMLO, Morena nació para acabar con los privilegios. Para desterrar la frivolidad del poder. Para vivir con “austeridad republicana”. O al menos eso nos dijo.
Porque hoy sus principales figuras parecen vivir en un episodio de Lifestyles of the Rich and Famous: vacaciones en Ibiza, cenas en Lisboa, paseos por Madrid, compras en Tokio, hoteles cinco estrellas, clubs privados. Todo muy “republicano”, por supuesto.
¿Y el discurso de la austeridad? Guardado en la maleta Louis Vuitton.
¿Y el compromiso con el pueblo? Probablemente se quedó en el lounge VIP del aeropuerto.
¿Y la congruencia? Seguramente la olvidaron en el minibar del hotel.
No es un tema legal —dirán—, es su dinero y pueden gastarlo como quieran. Correcto. Pero la pregunta es otra: ¿cómo sostener el discurso de la “lucha contra los excesos” mientras se brindan con champaña en yates europeos? ¿Cómo convencer al ciudadano de que “primero los pobres” cuando parece que primero fueron los boletos de avión en business class?
Hasta la Presidenta Claudia Sheinbaum tuvo que recordarlo: “El poder se ejerce con humildad… cada quien será reconocido por su comportamiento”.
Morena empezó prometiendo ser distinto al PRI y al PAN. Hoy, con estas postales, parecen una parodia. Antes eran “los de arriba” los que se daban la gran vida mientras pedían paciencia al pueblo. Ahora son “los de arriba” del partido que se decía del pueblo.
¿Y quién paga todo esto? Según ellos, “su patrimonio personal”. ¿Y cómo se construyó ese patrimonio personal? ¿Por qué no coincide su ingreso con sus gastos? Ah, bueno… ahí la conversación se pone incómoda. Y entonces cambian de tema.
El lujo, en política, nunca es inocente. Dice más de un político una copa de vino en Ibiza que cien discursos sobre Juárez. Y lo que nos están diciendo estos viajes no es precisamente que entiendan la palabra “servicio público”.
Morena ya no corre el riesgo de parecerse al viejo régimen. El viejo régimen ya se parece a Morena. La retórica murió ahogada en un mar turquesa, con pulsera de todo incluido.
Salieron peores.
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