TINTERO:OPINIÓN “Esto es lo Que Pienso” Juan Carlos Pérez

RESILENTES, SUPERHÉROES DEL SIGLO 21

La resiliencia es la capacidad humana de adaptarse y recuperarse frente a la adversidad, superando traumas, tragedias o situaciones de estrés significativas, y surgiendo fortalecido de estas experiencias. Esto no significa no sentir dolor o tristeza, sino gestionar esas emociones de forma constructiva para sobreponerse y mantener una estabilidad y un funcionamiento idóneo. Esta habilidad se puede desarrollar a través de acciones, pensamientos y un proceso de autoevaluación.

Características de las personas resilientes
• Adaptación y aceptación: Se adaptan bien a la adversidad y son capaces de aceptar el cambio. 
• Regulación emocional: Pueden regular sus emociones y no sentirse abrumados por el estrés. 
• Enfoque en soluciones: Identifican y enfrentan los problemas de manera activa y constructiva. 
• Búsqueda de aprendizaje: Ven las situaciones difíciles como oportunidades para aprender y crecer. 
• Actitud positiva y esperanza: Mantienen una actitud más positiva ante la vida, lo que les ayuda a manejar el dolor y el estrés. 
• Conciencia y autoconocimiento: Se conocen a sí mismos, lo cual es fundamental para desarrollar la resiliencia. 

Cómo se puede cultivar la resiliencia
• Establecer relaciones fuertes: Contar con una red de apoyo es crucial. 
• Mantener una visión positiva: Enfocarse en lo bueno y en las propias fortalezas ayuda a sobrellevar las dificultades. 
• Aceptar el cambio: Entender que el cambio es parte de la vida y que no se puede controlar todo. 
• Tener un propósito: Trabajar hacia metas significativas ayuda a mantener la motivación y la perspectiva. 
• Practicar el autocuidado: Cuidar la salud física y mental, con hábitos como ejercicio y sueño, fortalece la capacidad de afrontar problemas. 
• Buscar aprendizaje en la adversidad: Ver los errores y las dificultades como lecciones para crecer. 
• Considerar ayuda profesional: Un terapeuta o consejero puede ayudar a desarrollar estrategias de resiliencia. 

La resiliencia puede compararse con el arte japonés del kintsugi, donde una vasija rota se repara con oro, no para esconder las cicatrices, sino para resaltarlas y mostrar su historia de transformación y resiliencia, aumentando así su valor. 

La resiliencia es el proceso de adaptarse bien a la adversidad, a un trauma, tragedia, amenaza, o fuentes de tensión significativas, como problemas familiares o de relaciones personales, problemas serios de salud o situaciones estresantes del trabajo o financieras. Significa «rebotar» de una experiencia difícil, como si uno fuera una bola o un resorte.
La investigación ha demostrado que la resiliencia es ordinaria, no extraordinaria. La gente comúnmente demuestra resiliencia. Un ejemplo es la respuesta de las personas en los Estados Unidos a los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 y sus esfuerzos individuales para reconstruir sus vidas.
Ser resiliente no quiere decir que la persona no experimenta dificultades o angustias. El dolor emocional y la tristeza son comunes en las personas que han sufrido grandes adversidades o traumas en sus vidas. De hecho, el camino hacia la resiliencia probablemente está lleno de obstáculos que afectan nuestro estado emocional.
La resiliencia no es una característica que la gente tiene o no tiene. Incluye conductas, pensamientos y acciones que pueden ser aprendidas y desarrolladas por cualquier persona. Nuestros jóvenes, algunos están aprendiendo a ser Resilentes, otros simplemente se quedan en el camino.

¡Esto es lo que pienso!

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