Y… LA CDHEZ ¡¿DÓNDE ESTÁ?!

En Zacatecas, el escándalo por el caso de abuso sexual que involucra al exrector de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ), Rubén Ibarra Reyes, ha generado indignación y movilización social. Sin embargo, en medio de las protestas y exigencias de justicia, la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Zacatecas (CDHEZ) ha guardado un silencio preocupante. ¿Por qué no ha emitido un posicionamiento claro sobre este caso? ¿Es una omisión deliberada o una muestra de indiferencia institucional?
Rubén Ibarra Reyes fue vinculado a proceso por abuso sexual agravado y, tras un procedimiento abreviado, recibió una sentencia de cuatro años de prisión, aunque enfrentará la condena en libertad. La decisión judicial ha sido duramente criticada por colectivos feministas y estudiantes, quienes han exigido su destitución inmediata y han tomado instalaciones universitarias en protesta.
A pesar de la gravedad del caso y del impacto que ha tenido en la comunidad universitaria y en la sociedad zacatecana, la CDHEZ no ha emitido un pronunciamiento oficial. Esto contrasta con su papel como organismo encargado de la defensa de los derechos humanos en el estado.
¿Por qué la CDHEZ no se ha pronunciado?
La UAZ es una institución con fuertes vínculos políticos y económicos. La falta de acción de la CDHEZ podría deberse a presiones externas o a una estrategia para evitar confrontaciones con actores influyentes.
Aunque la CDHEZ tiene la responsabilidad de velar por los derechos humanos, su independencia ha sido cuestionada en múltiples ocasiones. Si su actuación se ve influenciada por intereses políticos, su capacidad de respuesta ante casos sensibles se ve limitada.
En Zacatecas, la violencia de género y los casos de abuso sexual han sido minimizados históricamente. La falta de pronunciamiento de la CDHEZ podría ser reflejo de una cultura institucional que no prioriza la defensa de las víctimas.
La ausencia de un posicionamiento por parte de la CDHEZ no solo afecta la credibilidad del organismo, sino que también envía un mensaje de impunidad. Si una institución encargada de la defensa de los derechos humanos no se pronuncia ante un caso de abuso sexual, ¿qué pueden esperar las víctimas en casos menos mediáticos?
Además, este silencio deslegitima la lucha de los colectivos feministas y estudiantiles, quienes han exigido justicia y transparencia en el proceso. La falta de respaldo institucional refuerza la percepción de que las estructuras de poder protegen a los agresores en lugar de a las víctimas.
El caso de Rubén Ibarra Reyes ha puesto en evidencia las fallas del sistema de justicia y la falta de compromiso de las instituciones encargadas de la defensa de los derechos humanos. La CDHEZ, al no pronunciarse, se convierte en un actor pasivo en un problema que requiere acción inmediata.
Si la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Zacatecas quiere recuperar su credibilidad, debe emitir un posicionamiento claro, exigir justicia y garantizar que las víctimas de violencia sexual reciban el respaldo institucional que merecen. De lo contrario, su silencio seguirá siendo interpretado como complicidad con la impunidad.

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