FRANCISCO GARDUÑO; RESPONSABILIDAD Y EMPATÍA CON MIGRANTES
El Instituto Nacional de Migración en cumplimiento con las leyes mexicanas y tratados internacionales aplica de manera permanente diversas disposiciones, para otorgarles a todos los extranjeros las facilidades necesarias para llevar a cabo procedimientos migratorios legales, ordenados y seguros que permitan su ingreso y estancia en territorio nacional con estricto apego a proteger los derechos humanos, implementando los ordenamientos establecidos en la Ley de Migración y su reglamento. Es pues, un órgano administrativo desconcentrado de la Administración Pública Federal, dependiente de la Secretaría de Gobernación, pero las oficinas de Representación funcionan con cierta autonomía, es decir, su operación y estructura orgánica asigna responsabilidades a quienes ejercen como delegados, quienes finalmente otorgan permisos para diversos eventos requeridos por los migrantes, quienes también determinaron el lugar donde se realizaría.
El incendio en la estancia migratoria en Ciudad Juárez, provocado en el mes de marzo de 2024 por dos migrantes venezolanos, sin duda fue una terrible tragedia que cobró la vida de personas migrantes, pero Francisco Garduño Yáñez, titular en ese momento del Instituto Nacional de Migración, se presentó responsablemente ante sobrevivientes y familiares de personas fallecidas para ofrecer una disculpa pública. Dando la cara y, una ves aprobada la replica del doctor Garduño Yánez por 5 familiares de las víctimas y por la coordinación de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV, quedando ahora en manos de la justicia mexicana el deslinde de su actuar y, los más importante, que se esclarezcan las responsabilidades tanto estatal como delegacional para garantizar justicia para las víctimas.
Debo señalar que, el INM Instrumenta la política en materia migratoria bajo los principios de respeto y seguridad de las personas migrantes nacionales y extranjeras con independencia de su situación migratoria durante su ingreso, tránsito y salida del territorio nacional, reconociéndolos como sujetos de derecho, mediante la eficiencia y eficacia de los trámites y procedimientos migratorios, para contribuir a que la movilidad y migración internacional sea ordenada, segura y regular con base en el marco legal y con pleno respeto a los derechos humanos. Francisco Garduño transformo garantizado una gestión migratoria con pleno respeto a las personas migrantes, bajo una estructura que involucra a los Estados y delegados designados en el país, bajo esquema de profesionalización de los servidores públicos, orientada a procesos, con incorporación de tecnologías de la información, facilitando y simplificando trámites y procedimientos migratorios y fortaleciendo acciones de control, revisión y verificación migratoria para una migración segura, ordenada y regular.
Durante el ultimo informe del INM se informo de la entrega de más de un millón y medio de permisos a migrantes extranjeros para que pudieran transitar libremente por todo el país. El mismo informe abundó que la entrega de tarjetas migratorias a un millón 560 mil 956 personas pertenecientes a distintas nacionalidades se hizo con el fin de tener una migración ordenada y con “enfoque de derechos humanos”. El documento que regularizó la estancia de los migrantes en México “sin permiso para realizar actividades remuneradas”, les facilitó su desplazamiento hasta por seis meses “de manera legal y segura”, detalló el reporte sin proporcionar datos acerca de cuántos de esos migrantes pudieran permanecer en nuestro país actualmente y de dónde provienen.
Algo que debo reconocer a Francisco Garduño como titular de Instituto Nacional de Migración es el esplendido trabajo y atención que ofreció durante la mayor crisis migratoria de la historia de México, durante su gestión se intensifico de manera alarmante, transformándose en un complejo entramado de desafíos humanitarios, económicos y geopolíticos que exigieron atención y soluciones consensuadas y urgentes. Millones de personas transitan en ese entonces por el territorio mexicano, no solo buscando cruzar hacia Estados Unidos, sino también encontrando en México un destino, temporal o permanente, en su búsqueda de seguridad y oportunidades. Este fenómeno, impulsado por una mezcla de factores económicos, políticos y sociales, tanto en los países de origen como a lo largo de la ruta migratoria, puso a prueba su experiencia y capacidad de respuesta.
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