Muchas especulaciones se han dado con respecto a Ovidio Guzmán y el acuerdo, que lo hay, que hizo con el gobierno de los Estados Unidos para declarase culpable de 4 de los 12 delitos que se le imputan. Uno de los hijos del cofundador del Cártel de Sinaloa, Joaquín «El Chapo» Guzmán, aceptó ser líder del Cártel y de operar una empresa criminal continuada para traficar fentanilo y otras drogas a Estados Unidos ante la jueza federal de distrito Sharon Coleman en Chicago.
El líder de «Los Chapitos» se declaró culpable por dos cargos de tráfico de drogas y otros dos por participación en una organización delictiva como parte de un acuerdo de colaboración con los fiscales para evitar ir a juicio y recibir una sentencia de cadena perpetua.
Las acusaciones del abogado del “Ratón”, más allá de lo que dijo, es una muestra de lo que Ovidio sabe y dijo o dirá para no estar de por vida en la cárcel. Lo que sí se sabe, es que puso a temblar a la clase política de México, desde el expresidente López Obrador, la presidenta Sheinbaum y mínimo una veintena de funcionarios y gobernadores actuales.